miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sir Ken Robinson: Do schools kill creativity?

Ayer saqué un rato para echar un vistazo a un enlace que me había mandado una amiga y dí con esta joya de conferencia (en inglés, 20 minutos):

http://www.globaleducationforum.org/sir-ken-robinson-do-schools-kill-creativity/

He encontrado la transcripción aquí:

http://perso.telecom-paristech.fr/~james/blogs/lc_english/ken_robinson_transcript.doc

Me parece que no tiene desperdicio lo que dice (además de ese humor británico que me ha hecho soltar la carcajada en un par de ocasiones) y voy a intentar traducir un par de momentos. El primero, porque creo que da mucho que pensar. El segundo porque, aunque parezca exagerado y la historia sea un poco difícil de creer tal cual la cuenta él, es muy curiosa:

Pág 2 / Minuto 6:
[A los niños] no les asusta equivocarse. No quiero decir que equivocarse sea lo mismo que ser creativo. Pero sabemos que si no estás preparado para equivocarte, nunca se te ocurrirá nada original. Y cuando llegan a ser adultos, la mayoría de los niños han perdido esa capacidad. Le han cogido miedo a equivocarse. Y las empresas funcionan así, por cierto, estigmatizando los errores. Y tenemos sistemas de educación nacionales donde cometer un error es la peor cosa que puedes hacer. Y el resultado es que estamos educando a gente sin capacidad creativa. Picaso lo dijo una vez. Dijo que todos los niños nacen artistas, y el problema es seguir siendo artistas una vez que crecemos. Creo en esto firmemente: que no nos hacemos más creativos cuando crecemos, sino que perdemos nuestra creatividad o, mejor dicho, que se nos educa a perderla. ¿Y por qué es eso así?

Pág. 4 / Minuto 15:
[Gillian Lynne] es una coreógrafa y todo el mundo conoce su trabajo. Hizo Cats y El Fantasma de la Ópera. Es maravillosa. [...] Yo le dije: "Gillian, ¿cómo te hiciste bailarina?". Y ella dijo que era una historia interesante; cuando estaba en el colegio, era un caso perdido. Y la escuela, en los años 30, escribió a sus padres y les dijo "Creemos que Gillian tiene un trastorno del aprendizaje." No se podía concentrar, estaba inquieta. Supongo que ahora habrían dicho que tenía TDAH, ¿verdad? Pero esto era en 1930 y el TDAH no se había inventado en esas fechas, así que no podía tenerlo. La gente no sabía que podía tenerlo. Ella fue a ver un especialista a su despacho de madera de roble con su madre y la sentaron en una silla al fondo. Y se sentó sobre sus manos durante 20 minutos mientras este hombre hablaba con su madre sobre todos los problemas que la niña tenía en el colegio. Y al final, como ella molestaba a los demás y siempre entregaba los deberes tarde y esas cosas, una niñita de ocho años, al final, el doctor fue y se sentó al lado de Gillian y le dijo, "He escuchado todas las cosas que tu madre me ha dicho y tengo que hablar con ella a solas. Espera aquí, que volvemos en seguida. No tardaremos mucho." Y se fueron y la dejaron allí. Pero conforme salían de la habitación, él encendió la radio que había en su mesa, y dijo a su madre "Espera y mírala." En el instante en que salieron de la sala, ella estaba de pie moviéndose al ritmo de la música mientras la observaban unos minutos y el médico se dirigió a su madre y le dijo "Mire, Señora Lynn, Gillian no está enferma, sino que es una bailarina. Llévela a una escuela de danza". Yo le pregunté: "¿y qué pasó?" Y ella me dijo: "Que mi madre lo hizo. No puedo contarte lo maravilloso que fue. Entramos en aquella habitación y estaba llena de gente como yo; gente que no podía estar quieta. Gente que tenía que moverse para pensar". Hacían balet, claqué, jazz, moderno, contemporáneo. Finalmente tuvo una audición para la Royal Ballet School. Se hizo solista. Tuvo una fantástica carrera en el Royal Ballet. Cuando se graduó en la Royal Ballet School, fundó su propia compañía; la Gillian Lynne Dance Company, conoció a Andrew Lloyd Weber. Ha sido responsable de algunos de los musicales más exitosos de la historia. Ha agradado a millones y es multimillonaria. Otro le habría dado medicación para tranquilizarla.

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